Elegida la “Mejor Sommelier de Argentina 2019”, Valeria Gamper hizo a Prensario un análisis de su profesión y los cambios que ha tenido en estos últimos años, así como relevancia hoy en día, ocupando diversos espacios dentro de la industria.
“Cuando salí del secundario comencé a estudiar Hotelería; estaba en primer año de la carrera cuando hice un curso de bartender de 10 clases, que tenía algunas dedicadas al vino. Automáticamente me enamore de las bebidas. Me acuerdo de concluir el curso y dirigirme al departamento de alumnos del instituto donde estudiaba y solicitar que mi pasantía (que era requerimiento para aprobar cada año de cursada) fuese en el departamento de “Alimentos y Bebidas” de cualquier hotel. No me importaba donde, siempre y cuando fuera en sala”, comenzó a describir Valeria, quien estando a punto de recibirse comenzó a trabajar en al Hotel Four Seasons. “Ahí atendía a clientes muy exigentes que buscaban la mejor experiencia y el vino siempre estaba presente. Fue cuando terminé de enamorarme y sin tener el hábito de tomar vino, me inscribí en Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE) para cursar la carrera de Sommellerie el año siguiente”, continuó.
Pese a tratarse de una profesión que tiene cerca de 20 años en Argentina, para Gamper el crecimiento que se ha visto en el oficio desde sus inicios “ha sido increíble”, ganando cada vez más lugares en la industria. “Hoy hay sommeliers en diferentes áreas, no solo en los restaurantes, sino también en vinotecas, bodegas, en educación, en medios de comunicación, en sectores comerciales y más. La gente escucha, lee, sigue y reconoce a varios sommeliers y sus recomendaciones”, señaló a Prensario y enfatizó que “se volvió una figura muy importante y casi indispensable en la comunicación del vino y que genera valor agregado al sector”.
A nivel industria, la especialista destaca que existen muchos desafíos, y cada país y sector tiene sus retos particulares, sin embargo hoy por hoy la respuesta al Covd es uno de los más importantes, especialmente por su implicancia en la Hotelería/Restauración. “Muchos países todavía tienen los restaurantes y bares cerrados, y eso afecta directamente en el consumo de vinos”, aseveró.
En lo que respecta a las tendencias, para Valeria “la sustentabilidad marca la agenda: los vinos orgánicos, biodinámicos, naturales o de baja intervención”. “También los vinos blancos de corte, los naranjos, las criollas, las variedades no convencionales y el menor uso de la madera. El vino tirado en bares o el vino en lata también son aspectos interesantes para mirar, así como las experiencias/degustaciones virtuales”.
Ý completó a modo de recomendación: “Insto a los consumidores a que prueben y experimenten sin miedo. Una de las cosas que siempre me sorprendió fue el “miedo/respeto” que le genera el vino a las personas. No hay que saber de vinos para disfrutar al vino, así como no hay que saber cocinar para disfrutar de un plato. Hay que dejarse llevar y probar de todo: hoy más que nunca Argentina ofrece una variedad muy amplia de estilos para todos los paladares, momentos de consumo y bolsillos. Lo que sugiero es ir a una vinoteca y dejarse aconsejar por el sommelier; seguro tiene perlitas guardadas o alguna novedad para sorprendernos acorde a nuestro presupuesto. Eso sí, no descuidar la temperatura de servicio si podemos, elegir una buena copa”.
