Nicole Monteleone, Ingeniera agrónoma de Bodega Kaiken, compartió con Prensario del Vino su experiencia en la industria y su mirada sobre el rol de la mujer hoy en día.
Monteleone inició su carrera en el Instituto Nacional de Vitininicultura (INV) realizando control varietal en fincas y bodegas, luego, tuvo su primera cosecha en una de las bodegas más grandes de Mendoza donde tuvo la oportunidad de conocer la mayor parte de las zonas de la provincia, con viñedos implantados, según describe a Prensario.
Sin embargo, cuenta que durante sus primeros años de carrera fue difícil encontrar continuidad en la industria, ya que, según dice Nicole, “hay mucha demanda durante la cosecha, pero el resto del año es difícil para agrónomos o enólogos jóvenes conseguir empleo en el medio”. “Por ello, decidí hacer experiencia afuera y tuve la oportunidad de realizar vendimia al Sur de Francia y al año siguiente en Burdeos, alternando vendimias entre Mendoza y Francia. Con el correr del tiempo, pude seguir trabajando en Mendoza, con un contrato por tiempo indeterminado hasta que llegó la gran oportunidad de incorporarme al equipo de Bodega Kaiken”.
De acuerdo con Nicole, hoy el rol de la mujer ha crecido notablemente, viéndose cada vez más referentes. “Hoy en día hay cada vez hay más enólogas, agrónomas, sommeliers, comerciales etc. con puestos jerárquicos”, dice Nicole y remarca que si bien es real que en la industria predominan hombres, “no se trata de una competencia”. “Hombres y mujeres tienen similitudes y diferencias entre sí y dentro del mismo género también, lo que es totalmente positivo. ¿Qué mejor que tener distintos puntos de vista y formas de trabajo que si bien hay que compatibilizar, pueden aportar y dar dinámica al crecimiento?, refuerza la ingeniera.
“Hoy en Kaiken estoy muy cómoda, somos un equipo mixto en el que nos adaptamos muy bien y tratamos de definir entre todos el camino, para lograr los objetivos planteados con anterioridad”, agrega.
En cuanto a los desafíos, Nicole cuenta que, durante los primeros años de su carrera, uno de los mayores conflictos fue que cada empleo al que se quería postular y encajaba con su perfil, presentaba convocatorias que explicitaba "Ing. Agrónomo sexo masculino", lo que acotaba sus posibilidades. “Hoy, creo que eso pasa cada vez menos, estimo que es porque las nuevas generaciones ya vienen con otra cabeza”, enfatiza.
“Con respecto a la figura de la mujer en roles determinantes, creo que cada vez es más fuerte y la mirada y aportes femeninos son reconocidos. Si bien, todavía hay hombres que no se sienten cómodos con eso me parece que es cuestión de tiempo, es tratar de salir de su zona de confort y reconocer las cualidades de la mujer como líder”.
Y finaliza con un mensaje a las mujeres que quieren iniciar su camino en la industria: “Si es lo que realmente quieren hacer que lo hagan, al principio puede ser difícil, pero perseverando las puertas se terminan abriendo. Hay muchas mujeres exitosas en el rubro que han ido abriendo el camino para las que siguen. Creo que el camino es el mismo para todos; esfuerzo, perseverancia y un poco de suerte a veces también ayuda”.
