Pionera en Valle de Uco, La Celia sigue apostando por continuar con el legado de su fundador, Eugenio Bustos, en la elaboración de vinos “elegantes y premium que buscan satisfacer los estándares de excelencia de sus consumidores”. Según describe a Prensario Nicolás López Vera, Subgerente de Mercado Doméstico de La Celia, 2020 ha sido, en líneas generales un buen año para la bodega. “A pesar de los vaivenes y coyuntura internacional, el consumo del vino ha ido creciendo, variable que esperamos se mantenga en este 2021, haciendo del 2020 un año positivo más allá del contexto”.
Para López Vera, una de las claves es mantener la relación precio/calidad, algo que a nivel local es muy apreciado. “La Celia es una bodega con más de 130 años en el país, tenemos muchos años de experiencia, estamos emplazados en Valle de Uco, una de las regiones más privilegiadas del país para producir vinos de alta gama y además tenemos mucha pasión en lo que hacemos y creo eso se refleja en nuestros vinos”, agrega. A nivel negocio, La Celia logró posicionarse para crecer respecto del año anterior y continúa creciendo de manera exponencial en distribución, donde destina el 75% de su producción al mercado local, y un 25% al internacional, con Estados Unidos, Colombia, México, Brasil e Irlanda como principales destinos.
En lo que respecta al mercado argentino, el ejecutivo señala que “la industria presenta buenas perspectivas”. “El contexto de pandemia global ha modificado ciertos hábitos de consumo y el vino es uno de los productos que se han visto beneficiados en ese sentido. Gracias a la calidad de nuestros vinos y a la valoración que tienen por parte del consumidor final, La Celia pudo aprovechar este aumento en la demanda, el incremento en la distribución y lograr un crecimiento, ganando participación de mercado mes a mes”.
Pero los desafíos que la industria tiene por delante, para el Subgerente de Mercado Doméstico de La Celia, aún son varios: “Desde el impacto del calentamiento global hasta el e commerce, pero quizás el mayor desafío es conquistar al consumidor joven, un consumidor con mucha diversidad y que aprecia mucho la innovación y que está buscando constantemente la novedad. Creo que hay industrias que se han adaptado rápidamente y el vino quizás le ha costado un poco”.
En tendencias, destaca que, desde la pandemia, el vino ha funcionado muy bien como momento de “quiebre entre el trabajo y la casa”. “En este sentido los vinos rosados han sido una gran sorpresa para muchos, desde los "tinto" centricos hasta los que están arrancando en la categoría y no necesariamente buscan un vino pesado. En ese sentido, nos ha ido muy bien con el lanzamiento de La Celia Rosé, muchos conocieron nuestra marca por este nuevo producto! En general, me parece que la tendencia de vinos livianos, ya sean vinos rosados, blancos o tintos de cepas amables se va a mantener y es una grata sorpresa para quienes estamos en la industria hace más tiempo”. Y completa: “Como industria tenemos que descontracturar el consumo, quizás hacerlo menos solemne, el vino debe ser algo fácil desde la comunicación hasta el envase. Existen distintos tipos de consumidores, desde los que son amantes del vino de su cultura y les encanta saber, hasta los que lo toman con soda y hielo. Tenemos que abrazar todo tipo de consumidor, entenderlos y acompañarlos con propuestas que los sorprenda y los afiance”.
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