La sommelier y comunicadora española Meritxell Falgueras Febrer charló con Prensario del Vino sobre el nuevo consumidor y la importancia de generar un mensaje que eduque pero de manera distendida sin perder la calidad.
Quinta generación de una tienda de vinos en el barrio de Sants en Barcelona, España (el Celler de Gelida), Meritxell ya ha publicado 4 libros publicados, y participado de un buen número de programas de radio, televisión y prensa escrita, sin embargo su “plato fuerte”, como ella así lo llama, se ha vuelto las redes sociales, donde a través de su cuenta @winesandthecity le habla a “un nuevo consumidor de vino que lee y sabe mucho más”.
“Mi trabajo en Instagram, a través de posts y directos, es difundir la cultura del vino también como un lifestyle. Me gusta que la gente aprenda sin presión y divirtiéndose. Precisamente estaba grabando un vídeo para Instagram y me equivoqué y sin querer dije al final #ConVinoConTodo. Cuando pensé en repetirlo, el camarógrafo me remarcó que era genial como hashtag y allí se quedó”, describe a modo de ejemplo la especialista, separándose un poco de los mensajes más estructurados. Asimismo, ha compilado sus 20 años de formación en un libro que va de la “A a la Z” y donde lo que prima es la comunicación. “Quería hacer el libro del vino del siglo XXI: con vídeos, fotos al estilo Instagram, infografías… que sea útil, divertido, con contenido de calidad y que haga a la gente un poco más feliz en tiempo tan difíciles”, agrega.
En relación a la industria, Falgueras Febrer identifica que hoy justamente uno de los mayores desafíos es que los vinos estén bien distribuidos y comunicados “porque con la pandemia nos tenemos que olvidar por una larga temporada de las catas y las ferias”. En cuanto a tendencias enumera: “Vinos foodies, es decir hechos para que vayan bien con la comida más que esos grandes vinos de buenas puntuaciones. Todo lo que sea natural, biodinámico, ecológico. Rosados de color atractivo, tintos de medio cuerpo y espumosos afrutados”.
Y recomienda para finalizar: “No hay que aprender a catar. ¡Hay que disfrutar bebiendo vino!”
