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Magdalena del Castillo: "La industria vitivinícola es la que mejor nos representa en el mundo"

Magdalena del Castillo, gerente de Finca Buenaventura

Creada hace más de 15 años por Ana y Fernando del Castillo, Finca Buenaventura ha logrado posicionarse a nivel internacional y hoy busca seguir creciendo en el plano local, apostando por el entendimiento de la tierra y el acercamiento a los consumidores más jóvenes.

“En nuestra familia tenemos como premisa que la elaboración de vino es la elaboración de obras de arte. Transformar fruta en vino significa unir al hombre con la naturaleza, transmitir momentos y sensaciones”, comienza a describir Magdalena del Castillo, gerente de la bodega que nació con el fin de “reunir y unir a la familia en el trabajo en equipo y a su vez, hacer que sus hijos incorporasen el valor y respeto por la naturaleza y el trabajo del hombre”.


Luego de varios estudios del suelo, Ana y Fernando del Castillo, adquirieron 100 hectáreas de tierra inculta que se nivelaron en su totalidad en Valle de Uco, Los Árboles, Tunuyán. Debido a su altitud (1172 msnm al pie de la Cordillera de los Andes) eligieron trabajar con un sistema proveniente de Francia, los Micro-Terroir, sectorizando la tierra de acuerdo a las características naturales permitiendo así cuidar las capas más fértiles y por sobre todo realizar un trabajo específico en cada cuartel, anticipando la mano del hombre, tiempos de poda, atado, cosecha y por sobre todo, el potencial enológico. “La región cuenta con un micro clima privilegiado y un suelo con características sobresalientes para el desarrollo de las plantaciones de vid: pedregoso, arenoso y aluvional”, agrega Magdalena.


Hoy, Finca Buenaventura trabaja tanto con uvas tintas (Malbec, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Petit Verdot) como blancas (Chardonnay y Sauvignon blanc), orientándose al mercado internacional, que hoy compone el 80% de su negocio, pero de a poco creciendo a paso firme a nivel local.


“Recientemente tuvimos nuestro lanzamiento en el mercado local y con viento a favor sin esperarlo. Tenemos excelentes vinos a precios súper competitivos, y la aceptación fue muy buena”, dice la ejecutiva que lleva una década dedicándose al mundo vitivinícola pero que durante los últimos dos comenzó a poner el foco en el estudio del mercado interno. “Busqué entender cuál era el diferencial que pedía el argentino entre tantas etiquetas. Entendí que los jóvenes eran el principal mercado al que debía apuntar y mi desafío estaba allí. No solo pasaba por volver a conquistarlos sino que iba más allá, tenía que hablar el mismo idioma, simple ir a lo llano para que todos puedan identificarse. Conseguí estar en las plazas principales: provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Salta”, describe y enfatiza: “El mercado interno es muy difícil; un desafío hermoso y como siempre digo, estar con nuestra gente es algo único. Tenemos grandes etiquetas en Argentina, grandes enólogos”.


En lo que respecta a la producción, pese a que la misma se vio afectada en 2020, especialmente debido a las condiciones climáticas (se considera el menor registro en 15 años con una merma de -17%), en cuanto a la comercialización, el impacto fue el opuesto: “Experimentamos una gran sorpresa respecto al balance comercial a nivel general, con un crecimiento generado especialmente por el confinamiento”, dice la ejecutiva y remarca que el consumo del vino creció casi un 7%, algo que no sucedía desde 2016.


De todas, pese a este incremento, según del Castillo, “faltó para equiparar lo que vino ganando el mercado de la cerveza. Sin embargo se estima que en 2020 se consumieron 21litros per cápita en el mercado interno, con el período de marzo a septiembre como los meses más fuertes. Y para 2021 espera que los registros sigan subiendo aunque, claro, “esto dependerá mucho de las exportaciones y las fluctuaciones de la economía. “Tener una economía tan inestable genera un impacto grande que dificulta hacer negocios y repercute en el mercado interno, es difícil el pronóstico en años de pandemia. Por otro lado esperamos que se estabilice un poco el factor dólar y que siga en alza el consumo”, indica.



A nivel internacional, actualmente Argentina ocupa el puesto número 5 en volúmenes de producción, mostrando un incremento del 52% respecto al 2019, algo que repercute directamente en el mercado interno. “Por eso pienso que el apoyo a las PYME es de suma importancia. En el caso particular de Finca Buenaventura puedo decir que 2020 fue un gran año tanto en el mercado interno como para el externo. Nosotros exportamos a 7 países hace 10 años y durante el año pasado en plena pandemia siendo una empresa PYME logramos afianzarnos en distintos mercados internacionales y abrir nuevas puertas, de hecho, fuimos los primeros en lanzar conteiner en plena pandemia”, cuenta.


Y remarca: “La industria del vino está en la etapa de reinventarse. Necesita productos nuevos, disruptivos. Mejorar la comunicación y tecnificación. Esto es a nivel global. El principal desafío es entender que hace tiempo las nuevas tecnologías cambiaron las formas de consumo, debemos ser inclusivos y como dije hablar el mismo idioma que los jóvenes. Con respecto a las nuevas tendencias creo que viene dada por vinos naturales, con bajo grado de alcohol, distintos, vinos de lugar; la clave sin duda es innovar”.


“Sin dudas la clave está en acercar a los jóvenes. Hace años hablamos de que el vino nos une pero en los últimos años se lo posicionó como algo selecto. Debemos salir de ahí y ponerlo al alcance de muchos. Es agrandar la cancha nuevamente con precios accesibles y sobre todo hablarles directo, hacer que vivan algo más que la clásica historia”, refuerza Magdalena del Castillo y completa: “En tanto por otra parte entender las nuevas tecnologías, sobre todo las nuevas formas de consumo, que si bien ya eran tendencia en las nuevas plataformas sin intermediarios, esta pandemia aceleró mucho más los procesos al menos en nuestro país (ventas personalizadas y el e-commerce)”.


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