Leonardo Quercetti, enólogo de Monte Quieto, hizo un balance a Prensario del Vino de su 2022, donde sobresalió la expansión de la bodega a varios niveles.
“Para nosotros fue un año difícil con mucho trabajo para ampliarnos”, empieza a explicar Leonardo, y remarca que quedó “la sensación es que todavía estamos sembrando, para poder ver los frutos en un año”. “Estuvimos focalizados en ampliar nuestros contactos, fuimos a Prowein por primera vez. También productivamente estamos contentos con nuestro Alegre Syrah que fue muy bien recibido”, agrega.
En lo que respecta al negocio, Monte Quieto se encuentra trabajando con su Syrah en dos líneas: Quieto y Alegre, ambos casos con buenos resultados, especialmente en Estados Unidos donde se encuentran muy sólidos en varios estados y ahora está dando sus primeros pasos en Florida. A nivel doméstico, lo cual representa el 50% de su producción, también está en proceso de ampliación en varias provincias.
“Trabajamos con Cabernet Franc, Malbec y Syrah principalmente, también algo de Cabernet Sauvignon. Todo proveniente de nuestras tres fincas ubicadas en Agrelo, Ugarteche y Vista Flores”, cuenta el enólogo y remarca que se ve una tendencia hace varios años en “lograr vinos con alcoholes más bajos, con mayor tomabilidad, pero en nuestro caso, sin resignar complejidad, equilibrio y fineza”.
“Este año van a haber dos desafíos, desde lo productivo, después de una helada que bajó mucho el rendimiento, es incrementar la calidad resignando seguramente algo de cantidad. Desde lo comercial, nuestro foco está en incrementar las ventas en Mercado Externo, sobre todo en USA”, completa Leonardo.
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