Un reciente informe del IWSR señala que 2022 marcó una tendencia curiosa en el mercado doméstico de vinos: hubo una caída en el volumen consumido pero un aumento en el número de usuarios regulares.
La recuperación en cantidad de usuarios regulares, entendiendo como tales a personas que consumen vino al menos una vez por semana, mostró un aumento frente a 2021, año en que fue afectada por la epidemia Covid, y que venía marcando descenso desde 2015, sobre todo en la población menor a 55 años.
Después de la pandemia se registró un aumento de 14 millones de usuarios regulares entre 2021 y 2022, por el ingreso al mercado de 14 millones de personas, con tendencia a estar en la categoría “millennials” (25 a 39 años de edad) y Gen X (40 a 54 años).
El fenómeno de la disminución de volumen frente al aumento de consumidores es explicado por latendencia mundial a ingerir menores cantidades de alcohol en sus distintas formas y, simultáneamente, aque el público se está volcando en mayor proporción a los vinos “premium” de mayor precio. Esta tendencia se manifiesta particularmente en los públicos más jóvenes y sociables, cuya proporción en este total creció de 39% del mercado a 45%, en tanto la porción de mercado de los consumidores mayores y ‘más sensibles al precio’ disminuyó.
El IWSR señala que la industria del vino sigue enfrentando el problema de una población de consumidores leales que va envejeciendo, que no ha sido reemplazada por personas más jóvenes; esto se complementa con un mayor interés de los nuevos consumidores en bebidas de menor tenor alcohólico o sin alcohol.
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