Un informe de Niall McCarthy publicado por Statista señala que muchos productores artesanales de cerveza ‘están desesperadamente tratando de mantenerse a flote’ ante la pandemia Cov-19 y su consecuente cierre de bares, restaurantes, hoteles y degustaciones.
Al igual que lo sucedido con el vino, la demanda de cerveza ‘on premise’ (consumida en el lugar donde ha sido adquirida) se ha visto afectada por la pandemia, se estima que en un 50%. Para “takeway” (llevar a otro lado), muchos locales artesanales usan los “crowlers”, latas con 32 onzas (946 ml) de capacidad que son llenadas y cerradas en el momento y pueden mantener la cerveza sin degradar por varios días.
De acuerdo a la organización empresaria Brewers Association, la caída total en ventas durante el primer semestre de este año ha sido del 10%, pero hay un factor que la potencia: la constante aparición de nuevos productores artesanales, sin capacidad de absorber una crisis de este tipo: este año se agregaron cerca de mil nuevos fabricantes, frente a los 737 en igual período de 2019. Y, habría ‘miles’ de candidatos a la espera de ingresar a lo que consideran una actividad lucrativa, o por lo menos creativa, cuando mejore la situación.
McCarthy aclara que en el portal Daily Beast, citado por Statista, se estimaba en mayo que cerca de 3.600 cerveceras artesanales, de las 8.386 existentes el año pasado, desaparecerían este año con motivo de la crisis. Sin embargo, agrega, ‘esta estimación puede haber sido muy exagerada’. Un informe de Bart Watson para la Brewers Association, que al 30 de junio agrupaba 8.217 empresas, reporta que sólo 112 productoras asociadas cerraron entre enero y junio, apenas 4% más que en igual período de 2019. También es cierto que los emprendedores más débiles pueden no haber solicitado su afiliación a la entidad.
Los analistas citan que en el año 1873 había 4.144 cerveceras, cayendo drásticamente la cifra a mediados del siglo pasado, en parte por la Ley Seca, hasta quedar 89 en 1978. La cerveza artesanal cambió radicalmente esta situación, pasando a existir 1.460 en 2006, lo cual produjo, para los usuarios, la actual dificultad de elegir ‘entre una infinita cantidad de marcas’ de cerveza. El exceso de oferta afecta la capacidad de comercialización y distribución de la gran mayoría de los productores artesanales, con miles de marcas disponibles sólo en su área local y escasa capacidad de expansión a nivel geográfico frente a los gigantes de alcance nacional, que con las marcas Bud Light, Coor Light y Miller Lite controlan 36% del mercado y los importadores en gran escala, entre ellos de las marcas Corona, Modelo, Heineken, Dos Equis XX y Stella Artois, de acuerdo a Statista.
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