Un informe del portal estadounidense WineSearcher realizado por W. Blake Gray menciona que uno de los temas tratados en la conferencia virtual Vineyards Economic Symposium es el actual excedente de uva cabernet en ese país, por encima de las posibilidades de consumo o exportación del vino resultante.
El fenómeno no es nuevo y en 2019 hizo que parte de la cosecha de uva no fuera recolectada, con un gran volumen que permanece estacionado “a granel” y excede la demanda potencial que pudiera existir. Esto no es exclusivo del Cabernet, pero se agudizó para este varietal. El cierre de restaurantes y ventas presenciales por el Covid-19 ha acentuado la situación, aunque las ventas online han crecido hasta en 324% frente a los números de 2019 y están compensando este factor.
Uno de los efectos es que ‘uva que iría destinada en principio al mercado “higher-end” (alta gama) termine destinada al “middle range” (rango medio), afirmó Mark Couchman, managing partner of Vintage Supply Partners, implicando que ‘los consumidores podrían terminar obteniendo mejo vino por el mismo precio’.
Otro fenómeno, en parte debido a la pandemia Covid-19, es que no se produjo el problema de la escasez de mano de obra y las discusiones por su remuneración: ‘la mayor parte de mis obreros me ha dicho que son la única fuente de ingresos en la familia, y están conformes con los 15 dólares la hora que cobran’, comentó un viñatero.
Esto se ha combinado con una creciente mecanización de la cosecha: cerca del 90% de los viñedos de California tienen ya mecanizada parte del proceso de recolección, y en la conferencia se urgió a los participantes a seguir la tendencia’.
El exceso de Cabernet complica la vida a quienes han reemplazado plantaciones de Merlot y Chardonnay por la popularidad del Cabernet. De todos modos, también hay excedentes de Pinot Noir, pero son pequeños. El informe señala que ahora los vitivinicultores están pensando en plantar Cabrenet Franc (usado principalkmente en cortes en los Estados Unidos) y Zinfandel.
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