La cantante estadunidense Britney Spears compartió en su cuenta en Instagram una foto expresando que el vino real se siente “extremadamente bien”, ilustrada con una botella de Bodega Norton Reserva Malbec. Días después la popular artista retomó la polémica en las redes, afirmando que la botella le costó 6.99 dólares y no 300 dólares como parecen haberle escrito algunas almas siniestras.
El nuevo posteo parece responder a críticas aparentemente recibidas por la artista apuntando supuestamente a su comportamiento y sentimientos. Su mensaje concreto es que ha podido disfrutar de un “auténtico vino”, enfatizando con mayúsculas la ‘autenticidad’ y señalando que ‘lamenta que su familia la haya privado de ‘lo realmente bueno’ hasta hace dos años, cuando un fallo judicial la liberó del ‘conservatorship’ (poder de manejo de sus decisiones financieras) que venía ejercitando su padre, alegando sus falencias decisorias debidas presuntamente a consumo de drogas.
Para la industria argentina del vino, este episodio tiene un matiz adicional: en la actualidad, las campañas de promoción están encaradas casi exclusivamente hacia los vinos de alta gama, con precios sugeridos, como ejemplo, de entre 7.618 y 32.300 pesos (Revista Noticias) que, por la situación económica, no pueden ser adquiridos en nuestro país por el 80% de la población. En los Estados Unidos, una botella de siete dólares más impuesto está dentro de las posibilidades de muchos de los 42,2 millones de seguidores que tiene la artista en Instagram.
