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Bodega Jorge Rubio hizo un análisis de cara al 2021

Jorge Rubio

Bodega Jorge Rubio cerró el 2020 con muy buenos resultados, sobre todo en lo que refiere al mercado interno y la recuperación del consumo de vino durante los meses de aislamiento.


El consumo de vino en Argentina terminó el 2020 rozando los 21 litros, quebrando la tendencia declinante de la última década. El mayor tiempo en casa y la flexibilidad de la industria para adaptarse a esta nueva coyuntura, permitió al vino fortalecer el vínculo con los consumidores y formar parte de los hábitos cotidianos en épocas de confinamiento.


“Según las estadísticas del INV, los despachos de vino fraccionados en el mercado interno aumentaron un 14,6%, un incremento que no veíamos hace mucho en la industria. Este crecimiento fue impulsado principalmente por la incorporación de nuevas ocasiones de consumo, como el almuerzo en casa y la cena en familia. El vino formaba parte de ese gustito que podíamos darnos diariamente y, afortunadamente, pudimos formar parte de la cotidianeidad y el día a día de las familias argentinas en estos meses de confinamiento”, señaló Emilio Gonilski, Director Comercial de la bodega.


El mercado externo también creció significativamente llegando a un aumento interanual de más del 26%, impulsado principalmente por los despachos de vinos a granel. En cambio, los vinos fraccionados tuvieron un aumento más moderado de alrededor del 4% y un retroceso en el monto facturado de aproximadamente el -4% producto de la comercialización de productos de categorías de precios inferiores.

“Si bien las exportaciones del sector aumentaron considerablemente, gran parte de este aumento se atribuyó a la comercialización de vinos a granel y de menor valor agregado. En el caso de los vinos embotellados, la demanda se vio inicialmente muy afectada en los meses de marzo y abril (meses en los que generalmente se cierran las operaciones más importantes) pero con una importante recuperación hacia los meses de junio y julio”, agregó Gonilski.


En relación a las actividades en la bodega, diversos factores confluyeron para que esta vendimia fuera una de las más complejas que nos haya tocado en estos años. La maduración acelerada, las restricciones logísticas y de personal devenidas por la cuarentena y el escenario de incertidumbre, fueron grandes desafíos a resolver.


De acuerdo con el Director Comercial de Bodega Jorge Rubio, “las primeras semanas de cuarentena fueron muy complicadas en la bodega, nuestra principal prioridad eran nuestros colaboradores y por supuesto, la cosecha, ya que estábamos en la mitad de la elaboración y tuvimos que adaptarnos muy rápido a los nuevos protocolos y restricciones de circulación. Afortunadamente, pudimos terminar la cosecha y, al ser considerada como esencial actividad esencial, se nos permitió seguir operando en dos turnos para reducir los riesgos de contagio y garantizar el funcionamiento de la bodega”.


Y completó Matías Padín, Responsable de Marketing: “El desarrollo de nuestros canales online nos permitió estar cerca de los consumidores durante las etapas más estrictas del confinamiento y de esta manera, seguir llegando a cada rincón del país. Tuvimos que tomar decisiones rápidas y estratégicas para no perder el lugar que teníamos en la mesa de las familias argentinas y esto pudimos hacerlo gracias al talento de nuestro equipo. Creemos que hubo cambios estructurales en nuestra industria y que los desafíos planteados por esta coyuntura nos permitieron fortalecer el vínculo con el consumidor. Si hay algo que debemos destacar por sobre todo, es que nuestro sector en su conjunto no se quedó quieto, bodegas, sommeliers, enólogos, enólogas y periodistas, entre otros, salieron a ponerle el pecho a esta nueva realidad, con Instagram lives, degustaciones y eventos virtuales y otros novedosos formatos que sin dudas hicieron la diferencia”.



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