Fundada en 1995 por los italianos Alberto Antonini y Antonio Morescalchi, Altos Las Hormigas ha buscado desde sus orígenes traer una mirada distinta sobre el vino, buscando una expresión pura de la uva.
“La idea siempre fue valorizar la tradición de Mendoza, y de injertarse en ella renovándola para proponer al consumidor argentino y extranjero un producto con identidad local”, comienza a explicar a Prensario del Vino Antonio Morescalchi, y destaca especialmente la búsqueda de una expresión pura de la uva en los Malbecs de la bodega, sin aportes de sabores que no procedan de la misma uva y de su proceso de fermentación sin aditivos. “Pensamos que lograr un equilibrio sin intervención es el desafío, y que conduzca a productos que hablan de manera inmediata de sus orígenes, puedan realmente hacer saborear la autenticidad de Mendoza”, agrega.
Para ello, desde ALH apuestan fuerte a, por un lado, un modelo de negocio centrado en la exportación, con un 75% de su producción vendida a cincuenta países, y por el otro, a un modelo de comunicación “menos enfocado en el enólogo y más enfocado en el origen del producto”.
De acuerdo con Antonio, hoy en día hay una búsqueda de crecimiento más allá del Malbec, con un mercado que está respondiendo con interés a ello. “Se está pasando de la producción al estilo ‘commodity’ en donde se elegían las cepas a plantar según la moda del momento y se diseñaba el perfil organoléptico de los vinos en base a modelos de vino de otros países, al modelo identitario, en donde finalmente se valorizan las variedades que se dan bien en nuestras zonas de producción, y se proponen a los consumidores en base a su calidad e identidad local”, describe el cofundador de la bodega y remarca que hay también mucha más atención al viñedo, con nuevos viñedos de calidad extraordinaria, como el propio Jardín Altamira, ubicado en la indicación geográfica Paraje Altamira, en el Valle de Uco.
En lo que respecta a la pandemia y su impacto a nivel comercial, Morescalchi señala que ésta impacto a la distribución y la diversidad de consumo de una manera mayor a la esperada, con “consumidores que se han orientado a grandes marcas y a vinos económicos”. “Cuál será el camino de recuperación no es fácil decir, por cierto hay que volver a empezar siempre apuntando a la diversificación, en mercados, gama de precios, canales y tipos de productos”, agrega.
Y completa: “El vino es un lindo producto, tiene mucho para revelar al consumidor curioso y puede ser un compañero de vida y de viaje. A los que se acercan aconsejo de probar vinos de pequeños productores, meter un poco de esfuerzo en exponer el paladar a experiencias diferentes, encontrar lo que les gusta, y estar preparados a ver que sus gustos van a cambiar con la experiencia”.
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