Alta Vista presentó las conclusiones de su equipo técnico sobre la Vendimia 2020 donde, a pesar de su ‘carácter desafiante y cambiante, el balance genera ha sido muy positivo’. ‘La diferencia, sin duda, se pudo ver en los viñedos y la rápida reacción, y adaptación, de los equipos de finca y bodega’, indica el reporte.
Uno de los principales desafíos estuvo en el clima, con una temporada que comenzó con un invierno seco. Durante el mes de mayo se manifestaron temperaturas muy bajas para la época y precipitaciones abundantes.
Afortunadamente, estas condiciones finalizaron luego de algunos días y las temperaturas volvieron a estar dentro del promedio del mes. En general, el invierno fue clásico para Mendoza, con numerosos días soleados. La escasez de precipitaciones alcanzó también a las nevadas de la cordillera, responsables de alimentar los ríos utilizados para el riego en verano.
La primavera llegó con temperaturas que amenazaron con heladas en algunas zonas. A partir de los primeros días, y hasta mediados de octubre, muchos viñedos amanecieron cubiertos de nieve. Afortunadamente, los viñedos de Alta Vista pudieron escapar a este fenómeno, incluso en las zonas más frías de Las Compuertas y El Cepillo.
Los últimos días de la primavera y los meses de verano trajeron temperaturas altas y precipitaciones nulas. Esto adelantó la fenología de las uvas aproximadamente diez días. ‘Se asistió a un fenómeno curioso en Albaneve: en algunos cuadros de Malbec el envero se produjo los primeros días de enero. Finalizado el mes, y luego de más de cincuenta días con temperaturas por encima de los 33°C, la madurez avanzó con una velocidad nunca antes vista, lo que provocó que la vendimia se adelantara veinte días en promedio, dependiendo de la zona’, cuentan desde Alta Vista.
La falta de agua y los efectos de las heladas primaverales contribuyeron a que la cosecha 2020 manifestara una merma general del 25%. No obstante, las pocas lluvias de la temporada primavera-verano posibilitaron la sanidad de los viñedos.
En lo que respecta a la cosecha, el trabajo del equipo técnico se asentó en dos pilares fundamentales: mantenerlos bien hidratados y preservar el equilibrio ácido de las uvas, sumado al monitoreo constante del punto exacto de cosecha.
‘El manejo del agua fue el desafío primordial. Desde el inicio se elaboró un plan para comenzar a regar los viñedos en invierno que se mantuvo a lo largo de toda la temporada. Durante la vendimia se realizaron recorridos diarios alrededor de las parcelas para probar las uvas y determinar el momento de máximo equilibrio’.
'La vendimia fue inaugurada oficialmente el 11 de febrero. Primero se cosecharon las uvas para elaborar vino base para espumantes y uvas blancas para vinos tranquilos. A continuación, comenzó la recolección y vinificación de uvas tintas. Debido a las condiciones climáticas, no hubo una pausa de algunas semanas entre la cosecha de uvas blancas y tintas, como sucedió en vendimias anteriores’.
La segunda semana de marzo fue clave para asegurar el éxito de esta vendimia, tomándose la decisión estratégica de ingresar un gran volumen de uva a bodega, principalmente para vinos de alta gama. Del 5 al 12 de marzo ingresó uva de los mejores cuarteles de Azamor, Alizarine, Temis y Albaneve con un equilibrado balance de madurez y acidez natural.
La vendimia finalizó el 30 de marzo, aproximadamente un mes antes que la anterior. Las últimas semanas transcurrieron con tranquilidad ya que la cantidad de uva a ingresar fue poca. Estas condiciones fueron clave para poner el foco en maximizar los cuidados por el contexto de cuarentena, declarada a partir del 19 de marzo, por el Covid-19.
Comentarios del equipo técnico
La vendimia 2020 nos puso a prueba de muchas maneras. Tuvimos que rever las planificaciones iniciales, actuar con flexibilidad y atravesar meses de trabajo arduo intensificado por el componente emocional. Como ya se estableció, la cosecha se adelantó más de 20 días debido a las temperaturas elevadas y la escasez de agua en muchos sectores. Si bien esto último fue un contratiempo, también propició una concentración excepcional de la cosecha.
El trabajo de vendimia finalizó en el contexto de una pandemia, lo que nos obligó a repensar los procesos, maximizar los cuidados y tomar todas las medidas para protegernos. Destacamos el compromiso y la pasión de todo el equipo de Alta Vista que trabajó codo a codo, con gran entusiasmo y compromiso, para sacar adelante la finalización de la cosecha.
En un contexto así, estamos sorprendidos por el nivel de calidad que presentan los vinos de la añada 2020. Conseguimos una extracción excepcional y prevemos vinos de gran volumen en boca, en los que prevalecerán la fruta y la frescura, gracias al adelanto drástico de las fechas de cosecha.
En líneas generales, la 2020 fue una gran vendimia que quedará en la memoria de todos por su carácter desafiante y cambiante. La diferencia, sin duda, se pudo ver en los viñedos y la rápida reacción, y adaptación, de los equipos de finca y bodega.
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