
Si bien Tabanera Wines nace en 2020, en plena pandemia ocasionada por el COVD-19, es el resultado de muchos años de trabajo de parte del enólogo Alberto Sorbi, quien este año decidió dar el salto de calidad y pasar de elaborar vinos para consumo personal y amigos a producir más de 2.500 botellas de Cabernet Franc de Los Chacayes. Y va por más.
“La idea de tener un vino propio está desde el primer año de la facultad, uno siempre sueña con tener su nombre asociado a una botella de vino. Y luego de muchos años elaborando mi vino para consumo personal, con mi esposa, Lucila Peñafiel, decidimos enfocarnos en desarrollar la marca, etiqueta y el vino”, comienza a describir el enólogo egresado de la Universidad de Enología Don Bosco, y agrega: “Me enfoque principalmente en el Cabernet Franc de Los Chacayes- Tunuyán- Valle de Uco- Mendoza, ya que para mí es la variedad que más me gusta, sin descartar el Malbec”.
De acuerdo con Sorbi, se trata de un vino elaborado “con mucho esfuerzo y dedicación, donde lo primordial es mantener el carácter propio de la uva y el terroir”. “La marca Tabaneray, como se refleja es su etiqueta, es un dibujo de la calle, ubicada en Colonia Las Rosas a 9 km. de Tunuyán por la ruta provincial 92: sobre la mano oeste se inicia este atractivo camino. Está enmarcado por árboles sobre ambas manos, que entrelazan sus copas e invita a quien la transita a detenerse para disfrutarla. Fue uno de los primeros caminos de acceso hacia la montaña”, destaca.
A nivel de negocio, si bien hoy en día cuenta con una producción estimada de 2500 botellas de Cabernet Franc de Los Chacayes con un breve paso por barrica de roble Francés (8 meses), el objetivo es tratar de todos los años ir duplicando la cantidad de botellas e ir agregando más varietales. “Queremos lograr un vino Icono también de al menos 12 meses en barricas”, cuenta Alberto y señala que actualmente, fuera de Mendoza, sus vinos llegan a Córdoba, Neuquén, Rio Negro y Misiones.
“Hoy en día el consumidor común de vinos se está animando a probar bodegas sin tanto renombre y descubrir nuevas variedades y formas de hacer vino. Creo también que es un factor muy favorable para esto la gran cantidad de canales de comunicación”, señala con optimismo el enólogo a la hora de pensar en la competencia con las marcas más tradicionales. Sin embargo, explica que hoy el desafío reposa en "mantener los estándares de calidad de los productos en el tiempo”, captando mayor cantidad de consumidores que cada vez se están interesando más por este producto”.
“Dentro de las tendencias más notorias está la de elaborar vinos con la menor intervención posible, conservando sus características, resaltar la tipicidad varietal acentuada en la fruta y de buena acidez”, describe el creador de Tabanera y completa: “debemos mostrarles a los consumidores en una botella de vino lo que expresa la planta a través del racimo. Elaborar vinos pensando en que la persona que los va a tomar puede interpretarlo y disfrutarlo sin ser un especialista en la materia. Invitarlos a vivir una experiencia contada a través de nuestra historia”.
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