Adrián Toledo, jefe de enología de Bodega Sottano, hizo a Prensario del Vino un balance sobre la cosecha de la bodega ubicada al pie de la Cordillera de Los Andes, en el distrito de Perdriel (Mendoza), así como sobre los desafíos que hoy la industria tiene por delante.
“Siempre estuve ligado a la industria”, comienza a contar Toledo, 3° generación de su familia trabajando en la vitivinicultura, y quien pasó su infancia “dentro de una bodega, ya que mi casa estaba a unos metros nada más”
Sobre sus vinos, el enólogo cuenta que siempre apunta a “la elegancia, la sutileza y la delicadeza”. “Para mí un vino debe ser agradable y a la vez sofisticado; nos debe sorprender desde que lo ponemos en la copa hasta que lo bebemos. Debe ser franco y limpio como dice el dicho: menos es más”, remarca.
Y la cosecha 2020 no fue la excepción en la búsqueda de esa sofisticación. “Fue muy buena en cuanto a la calidad, más allá transcurso fue atípico por todo el tema coyuntural, pero la uva nos ha sorprendido para bien. Tenemos unos blancos frescos y aromáticos, unos tintos de muy buena expresión frutal y con buena concentración sobre todo los Malbecs”, describe y agrega: “El adelanto de la fecha de cosecha que tuvimos favoreció para que la fruta tenga mucho protagonismo en los vinos 2020, estamos muy conformes”.
A nivel negocio, según cuenta Toledo, fueron las líneas más económicas fueron las que más se vieron afectadas. “La alta gama pudo mantener un ritmo de ventas que a pesar de la situación fue interesante ya que tuvimos buena demanda de este nivel de vinos”.
Mientras que en relación a la industria en su conjunto, remarca que, pese a que el consumo “viene en baja desde hace un tiempo hasta ahora”, los desafíos no solo están relacionados con la calidad de los vinos, que mejoran año a año, sino con una mejor comunicación. “Necesitamos llegar más al consumidor y animarlo para que pruebe cosas nuevas aprenda de los distintos terroir de Argentina y descubra todo lo que tenemos para ofrecer. Este camino recién está comenzando”.
“Hoy hay una relación más directa el consumidor; pide y las bodegas responden aunque todavía hay mucho por mejorar. Tenemos un canal directo con cualquier persona que quiera consultar algo sobre nuestros vinos”.
“Lo más importante es prestar atención a la hora de elegir un vino. Para conocer de vinos no hay otro camino que el de probar y mucho, por lo que siempre digo que el tema está en prestarle atención un poquito cuando abrimos la botella, qué bodega es, qué varietal, que añada, tener la mayor información posible para probar el vino y generar un registro de este en nuestro cerebro. De ahí en más el hábito de probar siempre cosas diferentes nos va a dar una idea clara de que nos gusta más y cuál es el camino para disfrutar de los vinos que más nos gustan no hay otra forma”, completa Adrián Toledo.
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